HÁBITOS SALUDABLES
En estos días de confinamiento, nos hemos dado cuenta que el ralentizar la vida diaria nos obliga a enfocarnos en lo que realmente es importante y a reencontrarnos con nosotros y nosotras mismas. Pero no podemos olvidar la importancia de las rutinas y los ritmos en la crianza de los niños y niñas.
Los hábitos saludables son todas aquellas conductas y comportamientos positivos que adquirimos en nuestro día a día que recaen de manera directa o indirecta en nuestro bienestar físico, social y mental. Es necesario destacar que las rutinas diarias son para los niños y niñas lo que las paredes son para una casa, les dan límites y dimensión a su vida. Ningún niño o niña se sentirá cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar.
- Beneficios de las rutinas y los hábitos
Tanto los hábitos como las rutinas son de vital importancia para la vida de los y las peques. Gracias a estos, se rodean de un ambiente tranquilo y estable en el que se sienten seguros y seguras, que les aporta regularidad, constancia y perseverancia en su mentalidad, algo muy útil para la vida adulta:
- Transmitir seguridad en los peques. Hacer aquello que sabe perfectamente realizar y llevarlo a cabo, les genera tranquilidad y desarrolla su consciencia de capacidad.
- Esta organización permite que el niño o niña vaya asimilando su propio esquema, su mundo, y lo convierte en un lugar predecible y estable.
- Las rutinas son vitales para la formación física y psicológica del pequeño o la pequeña. Los horarios de comida, sueño, higiene, y todos los hábitos relacionados con estas circunstancias básicas son indispensables para que el niño o niña se eduque y aprenda en un entorno adecuado con todas sus necesidades cubiertas, así como favorecer la salud de sus funciones orgánicas.
- Estas rutinas también favorecen la capacidad de juego autónomo y la creatividad. Actualmente es muy común que los niños tengan infinidad de actividades y pierden la capacidad de estar consigo mismos a solas. Además, adquieren la necesidad de estímulos cada vez más fuertes y variados, con pocos recursos propios para gestionar su "aburrimiento".
Los pilares básicos para llevar a cabo un estilo de vida saludable son los siguientes: equilibrio nutricional, salud física, higiene del sueño, ocio y tiempo libre, salud mental y bienestar emocional, hábitos higiénicos (aseo personal, vestido, calzado...) y prevención de riesgos para la salud (evitar el consumo de tóxicos, prevenir en la medida de lo posible el riesgo de accidentes domésticos, laborales, de tráfico...).
- HÁBITOS ALIMENTICIOS
¿Sabías que la alimentación es una actividad de la vida diaria muy importante? Una alimentación adecuada en la etapa infantil es la base para generar energía para el desarrollo del organismo de los peques, evitar posibles enfermedades y la aparición de carencias por falta de vitaminas o de otros nutrientes necesarios. Para ello, es necesario instaurar hábitos alimentarios saludables y rutinas para mantenerlos.
En los últimos años, se ha incrementado la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil a nivel mundial. España es el país líder de Europa en obesidad infantil. Esto es debido al aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos, grasas y azúcares, a la precariedad en la situación económica familiar y al menor tiempo para dedicarse en cocinar y a la disminución de la actividad física por el aumento de la naturaleza sedentaria de muchas actividades recreativas, el cambio de los modos de transporte y la urbanización. También influyen factores como la familia, la escuela y los medios de comunicación.
Mantener la actividad física regularmente en el hogar, siempre de forma segura, es una estrategia para mantenernos sanos y, probablemente se adquiera como rutina después del confinamiento. A través de actividades lúdicas y recreativas, de juegos y con mucha imaginación, podemos evitar la inactividad física de los y las peques al estar en casa.
El tiempo prolongado en casa conduce a pasar grandes cantidades de tiempo sentados, reclinados o tumbados, lo que se traduce en la reducción de actividad física que puede provocar riesgos para la salud.
Efectos del confinamiento:
- Incremento de la inactividad física y de comportamientos sedentarios.
- Disminución del gasto calórico.
- Mala calidad del sueño y alteraciones relacionadas con la salud mental.
Beneficios de la actividad física:
- Bienestar psicológico: mejora el estado de ánimo, reduce los niveles de ansiedad y depresión, favorece el afrontamiento del estrés e incrementa la autoestima.
- Beneficios biológicos: desarrollo de los aparatos locomotor y cardiovascular sanos, aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de movimientos).
- Desarrollo social: autoconfianza, interacción social e integración + facilidad de adoptar otros comportamientos saludables, tanto en el presente como en el futuro.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR EL DESACONDICIONAMIENTO FÍSICO:
1. Establecer un cronograma. Organizar diaria o semanalmente, un calendario que incluya las actividades académicas, la actividad física, doméstica, higiene, ocio, horarios de sueño... El límite de tiempo entre ellas será importante para favorecer el cumplimiento y evitar la fatiga.
2. Incrementar los niveles de actividad física. Realizar un mínimo de 60 minutos diarios, programar actividades de entrenamiento en línea para seguir una rutina, incrementar la complejidad progresivamente, calentar siempre previamente y estirar posteriormente, repartir las tareas del hogar entre los integrantes de la casa, hidratarse constantemente, aprovechar las salidas, ejercicios como bailes, gymcanas, recorridos..., son algunas de las estrategias.
Es importante que la actividad física que se elija, sea una actividad con la que el niño o la niña se sienta a gusto y disfrute en compañía de la familia.
- HIGIENE DEL SUEÑO
El sueño es una necesidad fisiológica, por eso mismo, tener sueño de mala calidad puede puede afectar al desarrollo físico, emocional, cognitivo y social de los niños y las niñas. Puede tener gran impacto sobre la salud, como trastornos del aprendizaje, fallo en el crecimiento y un mayor riesgo de accidentes. Aquí te proponemos algunas estrategias para evitar el mal sueño:
1. Establecer una serie de rutinas asociadas al irse a dormir, como ducharse, lavarse los dientes, ponerse el pijama o leer un cuento.
2. Es importante que el lugar donde el sueño del niño/niña transcurre. Dormir siempre en la misma habitación y que esta tenga unas condiciones favorecedoras, permitirá que sea más sencillo condicional el ir a dormir al cuarto.
3. Evitar los dispositivos tecnológicos antes de ir a dormir, ya que suponen una fuente de distracción. Estos aparatos los sobreactivan, lo cual puede suponer una dificultad para conciliar el sueño.
4. Asociar que la habitación es el lugar donde se duerme por las noches, aunque también se relicen otras actividades como estudiar, deberes o jugar.
5. Ver las necesidades que presenta el niño/niña en cada momento. Si es capaz de dormir solo, cerca de sus padres, si se desvela... Si necesita una pequeña luz, intentar que sea lo más tenue posible y que no sea directamente visible.
6. No realizar actividad física justo antes de dormir, sino durante el día.
7. No ingerir alimentos con alto contenido de azúcar e hidratos, garantizar que la cena no sea pesada y que los juegos antes de dormir no sean muy físicos ni excitantes. También es recomendable no acostarse directamente después de cenar.
No debemos olvidarnos que influyen algunas variables ambientales en la calidad del sueño como la comodidad del colchón, la luz, la ropa que utilice para dormir, la temperatura o el ruido.
- HIGIENE CORPORAL
La higiene es una parte fundamental en nuestras vidas. A partir de ella se previenen enfermedades y se crean buenos hábitos de la salud. Además, favorece entre los niños y niñas su adaptación social, ya que en los primeros años de vida escolar, los grupos de amistades se comienzan a formar selectivamente.
Acciones básicas para mantener la higiene corporal:
1. Bañarse diariamente. Además de higienizar al peque, contribuye a que duerma mejor, por eso, el mejor momento es antes de irse a la cama.
2. Cepillarse y lavarse bien el pelo. Mantenerlo limpio y libre de piojos es una medida necesaria, ya que estos pueden provocar dolor de cabeza, dificultades para conciliar el sueño, irritación...
3. Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón. Es uno de los hábitos de higiene más importantes para prevenir enfermedades. Debe realizarse antes de comer y después de ir al baño.
4. Cepillarse los dientes después de cada comida. Imprescindible para evitar caries, halitosis y otros problemas dentarios.
5. Mantener cortadas y bien limpias las uñas. Esto evitará el depósito de bacterias y virus.
Consejos para inculcar hábitos de higiene:
- Dar ejemplo, tanto en la higiene del hogar como corporal.
- Inculcar hábitos desde peques. Nunca es pronto para enseñarles el por qué de la higiene, sus beneficios, las consecuencias de no mantenerla...
- Regularidad. Deben repetirse estas rutinas diariamente, varias veces al día... dependiendo de cada una.
- Entorno facilitador. Utensilios de higiene corporal al alcance de los niños y niñas, pero sobretodo al principio, con supervisión de los padres y madres, indicándoles cómo usarlos.
- Creatividad. Inventar tácticas nuevas para que estas rutinas sean atractivas, utilizar canciones, bailes, música, juegos...
---
Desde bien pequeñitos y pequeñitas adquirimos costumbres que nos acompañan durante el resto de nuestra vida. Por eso es importante incluir educación en hábitos saludables ruante la etapa escolar, tanto en el material docente como en casa. Unos buenos hábitos desde peques nos ayudarán a tener un buen desarrollo tanto físico como psíquico... En definitiva, ¡una vida más sana y feliz!
Comentarios
Publicar un comentario